por donde comienzo a organizar
Organización del hogar

Por dónde comienzo a organizar?

En Mi Casa Organizada hemos acuñado un término para designar aquellas tareas que son (o parecen ser) grandes, poderosas e imposibles.  A esas tareas las hemos llegado a llamar

“elefantes”

La idea comenzó en este artículo, y viene del dicho que dice:

Cuál es la manera de comernos un elefante? Pues mordisco a mordisco!

Y eso a qué se refiere?

Se refiere al hecho de que no hay tarea imposible.

Por más grande que parezca, por más inútiles que nos sintamos ante ella, no es imposible.

Si el clóset explota cada vez que lo abres.

Si en la cocina hay una montaña de platos de 3 días.

Si en tu habitación no se puede caminar porque toda tu ropa está tirada por todo el piso, y no tienes ropa limpia para mañana.

Si el piso de tu sala, o tu sillón, o tu mesa del comedor, o tu escritorio, desaparecieron bajo una montaña de cosas.

Si te avergüenzas de que alguien sepa el estado de desorden de algunas habitaciones de tu hogar. O de toda tu casa.

Déjame decirte, organizada hermosa:

HAY ESPERANZA

Talvez no sea posible terminaresa tarea en una sola tarde. Talvez no puedas siquiera terminarla en un día entero, o en una semana. Pero sí se puede.

El problema es que nos dejamos abrumar y apachurrar por el gran tamaño de ese elefante. Entonces nos quedamos quietas, sin hacer nada, porque nos sentimos inútiles.

Un día de estos, en Facebook me preguntaron: qué hacer cuando toda la casa es un gran elefante?

O sea, la pregunta del millón:

Por dónde comienzo?

Lo que te recomiendo es:

Que pienses cuál es tu punto débil.

Talvez es el lavado de ropa.

Talvez es el fregadero de la cocina lleno de platos.

Talvez sea que nunca encuentras tus llaves por la mañana.

O talvez que no puedes invitar a nadie a tu casa porque los sillones están llenos de cosas.

O que tu familia no puede sentarse a comer porque la mesa es un imán para los tiliches.

Si respondiste “todas las anteriores, y algunas otras más”… piensa de nuevo.

Tiene que haber algo entre todo eso… ALGO que te exaspere a tal punto que quieras sentarte a llorar.

Analízate.

Qué te pone de mal humor en las mañanas?

Qué te hace llegar tarde al trabajo?

Qué te hace sentir deprimida?

Qué es ESO que detona los deseos de ponerte a pegarle cuatro gritos a tu familia, y a tratarlos de desconsiderados y desordenados, y decirles que todo lo tienes que hacer tú?

Cuando hayas encontrado ESO… llamémosle el “punto de dolor”. Cuando hayas encontrado tu punto de dolor…

Quiero que comprendas que ese “punto de dolor” ES TU ENEMIGO.

Ese punto de dolor es TU ENEMIGO, y debes atacarlo.

Ese punto de dolor te daña. Te perjudica. Te hace gritarle a tu familia que tanto te ama, y a quienes tú amas tanto.

Te hace sentir mal contigo misma, desvalorizada, buena para nada.

O me equivoco?

Pues entonces, a ponerle un alto! Ya basta de sentir lástima por ti misma y de sentirte inútil!!

Quiero que tomes todo ese poder que hay en ti, porque ERES PODEROSA y tú lo sabes. Lo que pasa es que a veces se te olvida. A todas se nos olvida.

Quiero que te levantes con ganas, con fuerza, con coraje, y digas

HASTA AQUÍ!

No voy a permitir que este elefante me siga aplastando!

No voy a dejar que algo tan sencillo como unos platos sucios o un puño de ropa me destruyan!

Tú eres más que eso. Mucho, MUCHÍSIMO más que eso. Y no puedes dejar que las cosas sigan como hasta ahora.

Entonces, ya que tengamos al ENEMIGO sentado en el banquillo de los acusados…

LO VAMOS A DESTRUIR!

Y cómo lo destruimos?

Con mordisquitos de 15 minutos.

15 minutos hoy, 15 minutos mañana.

15 minutos antes de irme al trabajo, 15 minutos cuando vuelvo.

15 minutos antes de acostarme.

15 minutos al levantarme.

15 minutos ahora, y luego otros 15, y otros, y otros.

Así se come uno un elefante!

A pequeños mordisquitos de 15 minutos.

Pero no son 15 minutos de: “aaaay es que qué montón, qué pereza, mejor reviso Facebook un momento y ahorita le entro…”

Todas sabemos que “15 minutos en Facebook” son más o menos una hora y media.

Son 15 minutos de acción, de “ya le voy a entrar a esto con todas mis fuerzas porque me está destruyendo y no lo voy a permitir!”

Entonces, comenzaremos a ver cambios.

Comenzaremos a encontrar las llaves por la mañana.

Comenzaremos a tener ropa limpia para el día siguiente.

Comenzaremos a sentarnos a comer en familia.

Comenzaremos a ver la casa bonita. Y a sentirnos satisfechas y felices.

Comenzaremos a sentirnos grandes, poderosas, invencibles, como antes creíamos que era ese elefante.

Demuéstrale a tu elefante quién manda.

No importa si tu elefante es una gaveta/cajón, una habitación completa, o toda tu casa.

Entre más lo ataques, más pequeño se irá haciendo, y más grande te irás sintiendo tú.

Con 15 minutos.

Sólo 15 minutos. No importa si son 15 minutos al día, o dos veces al día, o varias veces seguidas durante toda la mañana, hasta que se te acabe la energía.

Pero hazlo. Hoy. Ya.

Gabi

Nota: el término “elefante” se utiliza con términos ilustrativos, como podríamos también utilizar “godzilla”, “t-rex”, o cualquier otra criatura gigante y poderosa. Los elefantes me parecen criaturas inteligentísimas y súper tiernas, más cuando el bebé elefante camina agarrando a su mamá de la colita, o cuando pintan cuadros. En fin, fines ilustrativos, nada más.

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