Para mantener la acumulación a raya, es bueno tener siempre presentes algunos principios de organización. Cuando los incorporas en tu vida diaria, tendrás lo que podríamos llamar un “plan de vuelo”, con el cual mantendrás tus espacios organizados con poco esfuerzo.
Cada cosa debe tener su “casita”
Cuando los artículos en la casa o la oficina no tienen un espacio fijo asignado, se acumularán sin remedio por aquí y por allá. También se corre el riesgo de echarlo todo en una caja “para ordenarlo luego”. Y lo que luego sucede es que, cuando comienzas a hurgar en la caja, mejor dejas todo ahí porque ninguna de esas cosas tiene un lugar específico donde “vivir”. Lo bueno es que, una vez que estableces el lugar adecuado, será mucho más fácil poner las cosas donde pertenecen (en lugar de dejarlas sobre la mesa por ejemplo), y luego podrás encontrarlas fácilmente.
Agrupa artículos similares
Cuando agrupas todos los artículos similares que hay en tu casa u oficina, sabrás exactamente cuánto tienes de cada cosa, y así evitarás comprar duplicados. De esta forma ahorrarás dinero, aprovecharás mejor lo que tienes, y no tendrás que andar buscando las cosas en diferentes lugares.
Mantén los artículos de uso frecuente en lugares de fácil acceso
Una forma muy fácil de determinar el mejor lugar para colocar algo, es pensar en la frecuencia de uso de tus cosas en términos de A-B-C. Si usas algo a diario, o al menos varias veces por semana, será un artículo “A”. Si lo usas una vez por mes, será un artículo “B”. Y si lo usas solamente una o dos veces al año, será un artículo “C”. Y de la misma manera, debes dividir tu espacio de almacenamiento en locaciones A-B-C, ubicando lo que más se usa (artículos A) de la misma forma en que los supermercados colocan los artículos más caros: en el centro del anaquel, a la altura de los ojos, al alcance de la mano. Los artículos “C” deberán estar colocados en un gabinete alto, detrás de otras cosas de uso más frecuente, en un sótano, en un ático, etc.
Crea hábitos y rutinas adecuados para ti
El mantener las cosas en orden es una cuestión de rutina. Si estableces una rutina de organización fácil de seguir y que se ajusta a tu estilo de vida, será mucho más sencillo mantenerla. No hay una sola estrategia de organización que se adapte a todas las personas, por lo tanto, implementa alguna estrategia, pruébala, y si no te sirve, cámbiala. Sigue probando hasta que hayas encontrado la que realmente se ajusta a ti y tu estilo de vida.
No compres cosas simplemente porque están en oferta
Es divertido ver programas de televisión como “Cuponmanía” en Discovery H&H, en los que las personas se obsesionan con los cupones, a tal punto de llenar sus casas hasta el techo de artículos que ni siquiera usan, ocupando así espacio muy valioso. Encontrar rebajado un artículo deseado o que en realidad se necesita, nos hace sentir felices y triunfantes. Pero a veces, los comercios nos tientan con estrategias para vendernos cosas que no necesitamos, o que ni siquiera nos gustan. Antes de abrir tu cartera, piensa cuánto de ese producto realmente necesitas para tí y tu familia, y si en realidad necesitas comprarlo. Recuerda que el dinero que usas para comprar algo que no necesitas, aunque esté a mitad de precio, no es dinero ahorrado, sino gastado.
Qué otras estrategias utilizas para mantener el desorden a raya en tu hogar?