“El paso más difícil siempre es el primero”.
Esta frase es muy cierta. A veces es muy difícil sentirse motivada a hacer algo! Pero muchas de esas veces lo único que necesitas es un pequeñísimo empujoncito, para echarte a andar. Así que hoy te traigo no uno, sino 11 pequeños empujoncitos, como los que te doy cada jueves =)
1. Sólo comienza.
Aunque en mi libro hablo de “12 errores al organizar”, creo que el peor error cuando inicias tu proceso de organización es no comenzar. Algunas personas trabajan mejor si tienen un plan de trabajo por anticipado, ya sea por escrito o en su cabeza. Otras personas se sienten mejor simplemente comenzando a trabajar de repente y sin planeamiento, y de esta forma aprovechan la motivación que les entró en el momento. Cualquiera que sea tu método, simplemente comienza, no lo pienses mucho.
2. Cuál es tu visión?
Si (como yo) prefieres tener un plan con el cual trabajar, entra en cada habitación de tu hogar (o en la que quieres organizar) y observa detenidamente lo que hay en cada una. Luego de vivir en un lugar por un cierto tiempo, es fácil no ver lo que está exactamente frente a nuestros ojos, así que mira bien todo. Luego de que hayas observado a conciencia, siéntate un momento, cierra tus ojos e imagina cada una de esas habitaciones exactamente como quieres que sean. Talvez deseas hasta que las paredes tengan otro color, o que haya un estilo de decoración distinto. Luego piensa: Qué hace falta para obtener los resultados que deseas? Son tus ideales fácilmente alcanzables? Puedes pensar en algunas alternativas? (por ejemplo, puede que no sea posible comprar un juego de sala nuevo, pero talvez podrías comprar cubiertas del color que deseas).
3. Haz una lista maestra.
Apunta todas tus ideas en una hoja (o varias) y mételas en tu organizador para el hogar, en una sección que puedes llamar “Personal”, “Decoración”, “Mi futura casa”, etc.
Esta será tu lista maestra. Tu lista maestra contendrá todo lo que debe hacerse en tu casa (o en la habitación en cuestión) para llevarla al estado ideal que tienes en mente. Si quieres trabajar en toda tu casa, puedes hacer una lista separada para cada habitación. Así evitarás sentirte abrumada si ves muchas tareas juntas.
No es necesario que escribas tu lista en un papel. También puedes hacerla en un documento en tu computadora, o hacer una lista en tu teléfono, aquí no hay reglas inquebrantables. Lo importante es que incluyas todas las tareas que se deberán hacer, desde “botar los periódicos viejos y la basura”, hasta “pintar las paredes” o “redecorar” la habitación.
4. Establece un punto de inicio.
Una vez que tengas tu lista maestra hecha, deberás establecer un lugar específico por dónde comenzar. Este será el punto en el que coinciden las personas “con plan”, con las personas “sin plan”. Escogemos un punto, el que quieras, aunque es bueno escoger algún punto que te vaya a dar frutos visibles en muy poco tiempo, un lugar que te proporcione una sensación de triunfo y progreso, para aumentar tu motivacion. De esta forma, este punto será un recordatorio de lo bien que se siente esforzarte para lograr tu objetivo, y que en realidad no fue tan difícil como talvez te lo imaginabas.
5. Elimina lo obvio.
La forma más sencilla de comenzar es removiendo la basura del punto, la habitación o el espacio en el que hayas decidido trabajar. Toma una bolsa y comienza a llenarla, y cuando esté llena, llévala de una vez al basurero, o fuera de tu casa. No permitas que permanezca en tu casa ni un minuto más.
6. Bota todo lo innecesario sin sentimiento de culpa.
Luego de que hayas botado toda la basura, remueve todas las cosas que estés segura de que quieres donar. Reúnelas todas en una sola caja o bolsa y sácala de tu casa, directamente al baúl de tu carro, o al menos colócala cerca de la puerta de entrada. De una vez, apunta en tu calendario cuándo vas a ir a donar esas cosas, lo antes posible. De esta forma no habrá tentación de jalar la caja de nuevo hacia adentro y comenzar a sacar cosas de ella. Y cuando te deshagas de cosas, mantén en tu mente el pensamiento de que estás compartiendo tu abundancia con los demás, y bendiciendo sus vidas con objetos que les serán útiles.
7. Respira antes de que salgas corriendo para la tienda.
En este punto, resiste la tentación de ir corriendo a comprar cajitas de colores u organizadores para todo. Tendrás tiempo de hacerlo debidamente luego, si en realidad lo necesitas, o si así lo deseas.
8. Pregúntate: Es así como te lo imaginas?
Ahora lo que debes hacer es agrupar todos los artículos, y continuar eliminando todo lo que no necesites. Si en algún punto te surge la duda de si debes eliminar o guardar algo, cierra tus ojos e imagina tu espacio soñado de nuevo. Luego pregúntate si ese objeto en particular pertenece a esa visión, si tiene un espacio en ella, si pertenece. Si no, bótalo o apártalo para donarlo a alguien que sí lo necesite.
9. Lleva todo a su “casa”.
Recuerda que cada cosa en tu casa debe tener su casa. Suena como trabalenguas, pero esta es una de las bases de la organización. Talvez has encontrado objetos que pertenecen a otras habitaciones. Agrúpalos y llévalos a sus respectivos lugares en este momento. No permitas que se quede nada que no pertenezca al espacio en que estás trabajando.
10. Trae cosas que pertenezcan a tu espacio.
Mientras andas por tu casa devolviendo cosas a sus respectivos lugares, fíjate si hay objetos que quisieras tener en tu nuevo espacio organizado, o que pertenezcan a él. Por ejemplo, si estás ordenando tu escritorio, da una vuelta rápida por tu casa y recoge los lapiceros que anden regados por aquí y por allá, y centralízalos en tu nuevo escritorio ya ordenado.
11. Adórnalo!!
Esta es la mejor parte!! Una vez que tu habitación está libre de objetos innecesarios, luego de que has sacudido y pulido los muebles, has limpiado los cristales, y has aspirado o limpiado el piso, podemos ponerla linda! Analiza las paredes y el piso. Se ven como lo habías soñado? Un poco de pintura, una alfombrita de área, un cuadro, pueden hacer una diferencia gigantesca. En este momento ya tienes permiso para ir a la tienda y comprar esas hermooooosas cajitas forradas en tela que viste el otro día, o las canastas preciosas con las que sueñas hace tiempo, no sin antes pensar qué vas a poner en ellas, y medir el espacio donde las colocarás. Recuerda tu espacio soñado, y haz todo lo posible por lograr ese ideal.
Qué espacio de tu casa te gustaría transformar siguiendo estos pasos?