El reto de hoy va a ser un poco más difícil, por dos razones: porque los perfumes son productos caros y hemos invertido en ellos, o porque los hemos recibido como regalo.
Pero, qué pasa si un perfume no nos gusta? Pues no lo usamos. Y cuando no usamos algo, ese “algo” se convierte en un objeto innecesario, en un “chunche”. Y los objetos innecesarios lo único que hacen es pesarnos, y vamos arrastrando su peso sobre nuestros hombros, y no nos dejan avanzar.
Así que hoy vamos a liberarnos de ese peso! No importa si el perfume en cuestión te costó mucho dinero, si no te gusta lo vas a eliminar.
Y si te lo dieron de regalo, y te preguntan por él? Créeme, no te van a preguntar.
Vas a ser muy firme con tus perfumes. Revísalos, y decide cuáles de ellos no te enloquecen, o definitivamente no te gustan, y retíralos de tu casa. Regálaselos a alguna amiga o pariente, o simplemente bótalos. Si un perfume no te disgusta del todo, pero te tiene un poco aburrida, úsalo para perfumar la sala de tu casa, para reavivar el popurrí del baño, o para perfumar tus sábanas.
Luego de que hayas sacado los perfumes que no te satisfacen, toma los que te queden, límpialos muy bien y ordénalos decorativamente. Y úsalos! No esperes una “ocasión especial”, porque de todos modos en unos 3 a 5 años después de abiertos, los perfumes pierden su aroma, e igual tendrás que botarlos. Así que aprovéchalos!
Vamos, tú puedes hacerlo! Pon tu cronómetro por 15 minutos y encárgate de tus perfumes.
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Vamos vamos, con muchas ganas, que ya falta menos que ayer!
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