Conserva siempre a la mano una libreta y un lápiz (con punta, por favor) o un lapicero (asegúrate de que sirva), a la par de los teléfonos que tengas en tu casa, cerca de la alacena o pegado en la refri para apuntar las cosas que necesitas del super, en el bolso para apuntar los mandados que debes hacer, en el escritorio de tu oficina, y dondequiera que hayas pensado alguna vez: “Ay Dios un lápiz, dónde apunto, dónde apunto!?”
Este sencillo truquito te dará tranquilidad, ya que no tendrás que confiar en tu sola capacidad para recordar todos esos datos, y siempre los tendrás a mano. La única consideración que debes tener con todos estos apuntitos es deshacerte de ellos en cuanto ya no los necesites; no dejes que se acumulen y mucho menos que anden pedazos de papel sueltos por toda la casa.
Gracias a Life… Your way por este genial idea.
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ABAD RAMIREZ
Yo acostumbraba antes reciclar los cuadernos a final de año de mis hijos, si quedaban muchas hojas, lo utilizaba así como estaban y le eliminaba las usadas, pero si quedaban pocas; las cortaba, las engrapaba, les agregaba una portada con papel construcción, les ponía un maskin p protejer las grapas y una calcomanía o cromo, algún toquesillo personal y me servían como libreta de apuntes, o como cuaderno de comunicaciones el año siguiente. O para las q tienen tiempo y curiosidad, con un cartón grueso forrado en foom y una prensa de madera, se logran hacer con con las hojas recicladas y buena muy bonita libreta p cocina, p apuntes o recetas.