Limpieza del hogar

Cómo Limpiar La Casa Fácilmente

A veces hay tareas que creemos que son muy obvias, por lo tanto no nos detenemos a pensar si las estaremos haciendo bien, o si habrá otras formas de hacerlas más fácilmente. Pero, te has puesto a pensar si habrá alguna otra manera, o has probado otras formas de limpiar, talvez más fáciles, rápidas o efectivas?

A partir de hoy publicaré una serie de artículos especialmente diseñados para quienes detestan limpiar (como yo), o tienen poco tiempo para hacerlo (como yo), o quienes prefieren dedicar su vida a otras cosas más interesantes que limpiar (como yo). Aprenderemos cómo tratar el cuero, las maderas, cómo tener espejos y ventanas relucientes rápidamente, cómo limpiar el acero inoxidable y la vitrocerámica sin dañarlos, cómo limpiar electrodomésticos como la máquina lavaplatos y las lavadoras, hasta aprenderemos cómo lavar la ropa con menos esfuerzo! Todo de la manera más rápida y sin utilizar limpiadores caros o perjudiciales. Interesante, verdad?

Aclaro que estos son MIS métodos, probados y mejorados durante años, pero no dejan de ser las formas en que yo hago las cosas. Si tienes un método más efectivo, por favor compártelo, y así ambas nos beneficiaremos =D

Hoy hablaremos de cómo limpiar la casa. Talvez ya la has limpiado muchísimas veces, talvez te enseñaron a hacerlo (o aprendiste sola) hace tantos años que ya ni te acuerdas cuántos, pero repasemos el método.

Primer paso: Mira hacia arriba

Lo primero que debemos hacer cuando vamos a limpiar la casa es mirar hacia arriba y comenzar a retirar telas de araña y suciedad de las esquinas del cielo raso y las paredes con la escoba. La aspiradora no es muy útil en este paso, así que si no tienes escoba colócale un trapo seco a la extensión de la aspiradora y repasa con él las esquinas y las partes altas de las paredes. No olvides las lámparas, ventanas y puertas.

Segundo paso: Sacudir

Cuando digo “sacudir” no me refiero a golpear los muebles con un trapo, o a pasar el plumero. A menos que tu plumero sea “atrapapolvo” (en los cuales tampoco confío mucho), lo único que conseguirás será levantar todo el polvo depositado en tus muebles y hacerlo que “vuele” a todos lados, incluyendo de vuelta a los muebles que acabas de sacudir.

Así que lo que vamos a hacer será limpiar con un trapo húmedo bien escurrido todas las superficies de la habitación que estés limpiando, levantando todos los adornos a medida que vas limpiando, y limpiando estos a la vez. Deberás ir cambiando de lado, y enjuagar el trapo luego de unas cuantas pasadas para que puedas recoger todo el polvo efectivamente. Ya cuando tus muebles y tapicerías estén tratadas con pulidores y ceras protectoras, podrás usar solamente un pañito de microfibra entre pulidas, para mantenerlos libres de polvo y así el sacudido será más fácil. Estos tratamientos los veremos en algunos días.

Los pañitos de microfibra están especialmente diseñados para atrapar el polvo y no dejarlo caer. Son muy económicos y duraderos, y los puedes lavar en la lavadora.

Retira los cojines de los sillones para que sacudas debajo. Si tus sillones no tienen cojines que se retiran, ve introduciendo tu mano envuelta en el trapo húmedo entre ellos, para así retirar polvo y suciedad. Pasa el trapo por las patas de mesitas auxiliares y sillas.

Tercer paso: Barrer o aspirar

Es difícil no levantar polvo al barrer, pero lograrás levantar menos si tratas de acercarlo hacia ti a medida que avanzas (manteniendo la escoba presionada contra el suelo), en lugar de tirarlo hacia adelante. Recuerda correr los muebles y barrer debajo, no pases por la vergüenza de que a algún visitante se le caigan las llaves bajo el sofá y al correrlo se encuentre una desagradable sorpresa. Levanta las alfombras de área y aspíralas, o sacúdelas fuera de la casa.

Cierra puertas y ventanas antes de comenzar a barrer. Inicia en un extremo de la habitación y ve moviéndote de manera que las pasadas se traslapen. Recuerda repasar rápidamente los rodapiés (zócalos), ya que también acumulan polvo, y casi siempre nos olvidamos de ellos.

Trata de llegar a todas las esquinas. Cuando limpio a fondo uso un cepillo con cerdas en ángulo para sacar polvo de las esquinas.

Conforme vas barriendo, ve acumulando el polvo en un pequeño grupito, y recógelo con la palita conforme avanzas (no esperes hasta el final). Si al recoger el polvo con la palita ésta deja una línea, muévela un poco hacia atrás y recoge de nuevo. Puedes evitar esto si consigues una palita que tenga la orilla de hule o goma.

Personalmente me gustan  más las palitas con agarradera larga, para así evitar agacharme.

Cuarto paso: Limpiar con trapo

He probado varios tipos de trapeadores, como el que llamamos “mecha”, que es un sistema bastante antiguo, hasta el más moderno Swiffer. Y lo que me ha resultado más efectivo es el gancho / palo de piso / mopa con un paño o toalla viejo, al estilo de la vieja escuela:

Encuentro que el paño viejo recoge muy bien la suciedad, tiene el tamaño justo, permite darle uso a los paños que ya no sirven para secarse, y se puede lavar rápidamente en la lavadora. Aunque todavía uso el swiffer para limpiar áreas pequeñas como la cocina o bajo el desayunador.

Dependiendo del tipo de piso que tengas, puedes usar agua o una mezcla de dos partes iguales de agua y vinagre de limón en una botella con spray, e ir rociando el piso conforme lo vas limpiando con el trapo húmedo y bien escurrido. No recomiendo desinfectantes u otros productos, ya que todos dejan residuos que irán oscureciendo tu piso.

Pasa el trapo de piso de forma recta y procura que las pasadas se traslapen. Ve cambiando el lado del trapo con el que limpias, y enjuágalo cuando sea necesario. Tu piso puede necesitar dos o más pasadas para quedar completamente limpio, pero si lo haces regularmente, se mantendrá más limpio y no necesitarás limpiar tantas veces.

Quinto paso: Lavar la escoba

Este último paso ayudará a que tu escoba te dure mucho más y quede lista para el próximo uso. Lávala con un poquito de jabón en polvo, cepilla las cerdas con un cepillo para ropa, para que logres retirar cabellos y otras suciedades. Sacúdela bien y déjala en un lugar ventilado para que se seque.

Esta es mi forma de limpiar la casa a fondo. Obviamente cuando debo darle un facelift rápido, simplemente barro y limpio “por encimita” y ya, pero trato de limpiar a fondo cada tres días, o al menos una vez por semana.

Qué te parece esta técnica? Comenta!

Gabi

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