Con nuestro estilo de vida actual tan ocupado, el simplificar se vuelve muy importante si queremos detener, controlar, evitar o eliminar el caos en nuestro hogar.
No se trata de irse a los extremos de no poder invitar a alguien a cenar porque no tenemos un plato extra, pero hay que tener en mente que “entre menos bulto más claridad”, como diría mi sabia madrecita. Entre menos cosas tengamos que limpiar, lavar, acomodar y recoger, nuestra vida será más sencilla y “liviana”.
5 áreas en las que puedes simplificarte la vida
1. Guardarropa
Deja de aferrarte a tu ropa de cuando estabas más delgada. Cada vez que la veas en el clóset, te sentirás culpable por no poder usarla, y cuando bajes de peso querrás comprarte ropa nueva para celebrar tu nueva figura, así que cuál es el punto de seguir guardándola?
Por otro lado, en cuanto bajes de peso, manda a arreglar tu ropa, o dónala. Si no lo haces, las probabilidades de que la vuelvas a llenar serán muy altas, no te juegues el chance!
El punto aquí es que uses lo que tienes, que deben ser prendas que te queden bien y que te hagan sentir bonita. Revisa tu clóset, saca todo lo que no cumpla con estos requisitos, y haz un inventario de lo que te queda. Basándote en este inventario, haz una lista de las piezas que de verdad necesitas comprar, si fuera este el caso. No compres nada que no combine con al menos 3 piezas que ya tengas en tu clóset, y trata de limitarte a un cierto estilo o paleta de color, para que puedas combinar tus prendas más fácilmente. Lo mismo aplica para bolsos, zapatos y accesorios, busca versatilidad!
2. Maquillaje
Si tienes tantos productos de maquillaje como para abrir una tienda, lo que sucederá es que los productos se te echarán a perder, nunca los usarás, y tampoco lograrás encontrar los que sí quieres usar, entonces comprarás duplicados.
Para el maquillaje, los esmaltes de uñas, productos para el cabello, cremas, etc., la mejor solución es agruparlos ya sea en cajitas plásticas, canastitas, o ponerlos todos en una gaveta del baño, usando divisores que los mantengan ordenados. Y de paso, cuando los estés ordenando, revísalos, ya que los cosméticos desarrollan rápidamente bacterias y moho, que pueden contaminar tu piel y ojos.
3. Alacena
Un muy buen hábito es revisar lo que hay en la alacena antes de ir al supermercado cada semana o cada 15 días. De esta forma compras sólo lo que necesitas, y evitas el desperdicio y la acumulación desmedida.
En cuanto a cómo ordenar tu alacena, hay quienes prefieren hacer “áreas”, por ejemplo: el área de horneado, área de snacks, área de cereales, etc. Otras personas agrupan sus alimentos de acuerdo con la forma del empaque: botellas, cajas, bolsas, latas, etc.
Yo prefiero una combinación de estos dos métodos. En el piso de mi alacena tengo un recipiente plástico grande con tapa (para evitar atraer insectos o roedores), que contiene los empaques grandes de abarrotes: arroz, frijoles, aceite, sal, azúcar, etc., y en un recipiente aparte tengo el arroz que voy cocinando casi a diario (en Costa Rica la gran mayoría de personas acostumbramos comer arroz todos los días). Por otro lado tengo todas las pastas agrupadas, así como las latas, los panes, cereales y galletas. Pero también tengo áreas para las bebidas, en las que pongo los polvos para hacer refresco instantáneo, las bebidas hidratantes, las cajitas de té, el café, chocolate, etc., y otra área para los condimentos.
Encuentra el método que esté más acorde con los hábitos alimenticios de tu familia, Por ejemplo, puedes crear un área de snacks, en la que puedes poner las cosas que los chicos acostumbran llevar de merienda al colegio, o un área “para adultos / para fiestas”, en la que puedes guardar tus frascos de conservas, galletitas importadas con hierbas, latitas de paté, y esas otras cositas especiales que sirves a tus amigos cuando vienen de visita. Asegúrate de usar o donar la comida que tienes, y mantén tus existencias en constante rotación. Ayúdate con bandejas, recipientes, latas, etc. para mantener tu comida ordenada, y dale una ordenadita rápida cada vez que hagas tu lista de compras.
4. Snacks pre-empacados
Simplifícate la vida a la hora de alistar meriendas para los chicos. En lugar de hacerlo cada mañana o cada noche, cuando estás agotada o apuradísima, separa un poquito de tiempo, puede ser el domingo por la noche, y empaca bolsitas individuales de galletitas saladas, cereal, pretzels, palitos de zanahoria, cuadritos de queso o jamón, fresas, uvas, gajitos de mandarina, cuadritos de piña, recipientes individuales de gelatina, yogurt, pudín, etc. Así, durante la semana será nada más cosa de tomar las bolsitas y echarlas en las loncheras, lo cual no te tomará más de 15 segundos.
OTRO TIP: haz esto mismo con los snacks que TÚ acostumbras comer, así controlarás las porciones =)
5. Pagos y cuentas bancarias
Aprovecha todas las ventajas que ofrecen los bancos actualmente. Pide que te hagan los pagos automáticamente desde tu cuenta bancaria, consigue tu clave de acceso por internet para que puedas hacer (y aceptar) transferencias. Consolida tus tarjetas de crédito y cuentas bancarias, y de ser posible usa un solo banco para todas tus transacciones.
Sé que se te ocurren muchas otras áreas en las que puedes simplificar, así que no te quedes en el puro planeamiento, diciendo “sí es cierto, qué buena idea”. Pon estos tips (y todos los que se te ocurran) en práctica, así aprovecharás mejor tus recursos de energía, tiempo y dinero.
Qué otras ideas tienes para hacer tu vida más simple?