Recién ha pasado la época navideña. Probablemente ya quitaste los adornos, o lo harás en estos días. Y talvez por ahí en tu cuarto tienes los regalitos que recibiste la mañana del 25, posiblemente algunos lindos y que deseabas recibir, o que te sorprendieron, o que de plano necesitabas.
Pero talvez alguno bien requetefeo!
Qué hacer? Qué hacer? Te ataca la culpa, porque sabes que la persona que te lo dio (al menos en la mayoría de los casos) lo hizo con cariño, gastó su dinero o su tiempo (o ambos) comprando o haciendo algo para agradarte.
Y sientes que, si te deshaces de su regalo, es como escupirle la cara.
Pero… pero…
Debes recordar que un regalo no es un contrato inquebrantable.
Cuando das un regalo, hay dos posibilidades: que guste o que no guste.
Si a la persona le gusta (yeeeyyyyy!!!), lo amará y lo usará. Si no le gusta (aaawww…), lo odiará y se deshará de él. O lo guardará para el resto de la vida, y sentirá náuseas cada vez que lo vea. Y se reprochará a sí misma por no lograr que tu regalo le guste.
Ahora, démosle vuelta a la situación. Cuando alguien me da un regalo, en mi corazón agradezco el gesto, y así lo demuestro, sin importar si me gusta o no. El hecho es que esa persona pensó en mí, y fue muy generosa al darme un regalito. No es el objeto en sí, es el gesto.
Cuando alguien te da un regalo, tú pasas a ser la dueña(o) del objeto, cierto?
Pues entonces, demuestra tu agradecimiento por el gesto que tuvieron contigo, y luego date permiso para hacer alguna de las siguientes cosas:
1. Cámbialo: Actualmente muchas tiendas ofrecen colocar un recibo dentro del regalo. Si el tuyo incluye un recibo, llévalo a la tienda y cámbialo por algo que te guste y que vayas a usar.
2. Conviértelo de nuevo en regalo: si es un regalo bonito, que vaya a serle útil a otra persona, y que esté sin usar, puedes regalarlo a otra persona. Nada más ten cuidado de no cometer el error de dárselo de nuevo a quien te lo regaló, o a personas cercanas a él o ella.
3. Dónalo: si no te sientes cómoda regalando de nuevo tu regalo a otra persona, puedes donarlo, ya sea a la iglesia o escuela de tus hijos como premio para un bingo, o para una rifa para recolectar fondos, etc.
4. Anticípate: Puedes sutilmente informar a quienes podrían darte un regalito, que te gusta recibir regalos como certificados de regalo o entradas al cine o al teatro. También puedes crear “listas de deseos”, en Amazon, por ejemplo, y sugerir que has visto cosas geniales ahí, que te encantaría recibir como regalo.
Y si te preguntan por el regalo?
En el muy poco probable caso en que quien te dio un regalo te pregunte por él, agradece sinceramente su detalle, y trata de cambiar el tema de conversación graciosamente.
Si esto no funciona, sé honesta. Dile a la persona que agradeces de corazón que se haya acordado de ti, pero que estás tratando de simplificar tu vida y tu hogar, así que se lo diste a alguien a quien le es útil y que lo disfruta mucho.
Lo importante es que no te sientas culpable.
Recuerdas la parte de las náuseas?
No querrás ser tú esa persona, verdad?