Los domingos en mi casa generalmente son días de relajación. La gran mayoría de las veces vamos donde mis suegros, o simplemente descansamos en casa viendo una película en familia, y cuando el presupuesto lo permite, salimos a dar alguna vueltita.
Pero aparte de descansar, visitar a los suegros o salir a pasear, hay ciertas cosas que hago los domingos, que me permten iniciar la semana un poco más tranquilamente. No son “tareas” en sí, porque como talvez ya habrás visto en el Planificador de Tareas del Hogar, los fines de semana están totalmente libres para hacer lo que queramos, no para pasarnos haciendo oficio. Pero estas pequeñas cosas me ayudan a iniciar la semana con el pie derecho, por así decirlo.
8 tareas para iniciar la semana más tranquilamente
Atar cabos sueltos
Los domingos siempre desayunamos en familia, pero casi siempre me tomo mi tiempo al final, mis hombres se van levantando de la mesa, y yo me quedo viendo algunas series de televisión que me encantan. Pero mientras lo hago, voy haciendo revisión de las cosas que me quedaron por hacer durante la semana: talvez me faltó un artículo qué publicar, o escribirles el boletín a mis suscriptoras, o talvez me quedó alguna ropa sin tender o sin doblar, talvez no tuve tiempo durante la semana de limpiar a fondo la cocina (estufa), así que, en cada bloque de anuncios voy haciendo algo, y al terminar mis programas, ya casi que he terminado todo, incluyendo lavar los platos del desayuno.
Por cierto, sabes cómo limpiar la cocina de vitrocerámica? Apréndelo aquí.
Terminar las compras
Evito por todos los medios hacer compras los fines de semana, pero si hay que hacerlo, trato de comprar lo menos posible, ir lo más cerca posible, y tardar el menor tiempo posible, para que no se me vaya todo el domingo en eso. De hecho prefiero comprar para uno o dos días, e ir al supermercado digamos martes o miércoles, en lugar de ir fin de semana. Ah, y voy sola para ir más rápido.
Adelantar las comidas de la semana
Ya que el domingo tengo más tiempo para preparar el almuerzo y la cena, aprovecho y adelanto algunos pasos que me servirán para las comidas entre semana. Por ejemplo, pico más cebolla de la necesaria, corto chiles dulces (pimientos) y zanahorias en tiritas o cuadritos, lavo y corto lechuga, corto vegetales, cocino frijoles, marino alguna carne, o descongelo algo para el día siguiente. Trato de adelantar lo que pueda, aprovechando que tengo que usar la tabla de picar, el cuchillo y que estoy ensuciando la cocina para la comida que estoy preparando.
Revisar la ropa de mi familia
En tiempo lectivo, me aseguro de que mi hijo tenga su uniforme limpio para el día siguiente. Y ya que mi esposo usa camisas de uniforme también, reviso que tenga limpias al menos la del lunes y el martes. Esto no es necesario si he seguido mi plan de lavado de manera regular, pero me ha pasado que mi hijo no saca su ropa sucia para lavar, y el domingo en la noche estamos lavando una camisa para el uniforme del día siguiente. Una forma nada bonita de iniciar la semana! 🙁
Trabajar en algún proyecto
Dijimos que los fines de semana son para hacer lo que nos gusta. Pues llámame loca, pero a mí personalmente me gusta ordenar. Así que de vez en cuando, intencionalmente dejo que me pique el bicho de la organización, y le dedico 1 ó 2 horas a algún proyecto que tenga pendiente, como reacomodar los zapatos, revisar mi maquillaje y mis esmaltes de uñas, reacomodar la despensa o los productos de limpieza, y cosas así. O trabajo un poco (o mucho!) en mi “cuarto del terror”. PERO… un gran “pero” aquí: esto sucede casi siempre que me encuentro en casa sin mi familia un domingo, cuando ellos por ejemplo han ido a ver una película que a mí no me gusta, o a hacer alguna cosa ellos solos. Así ellos se divierten y yo también 😀
Dedicar tiempo a mi esposo
Aquí donde vivimos Dios nos bendice con unos atardeceres bellísimos, así que de vez en cuando salimos mi esposo y yo a pasear a los perros por el barrio, o nos sentamos a la orilla del lago a ver los patitos y disfrutar la tarde. O yo hago cafecito y nos sentamos tranquilos en la mesita de afuera a hablar un rato tomándonos el café. Son ratitos importantes, que vale la pena no olvidar. A veces durante la semana anda uno todo encarrerado, y no hay tiempo siquiera de conversar ni preguntarse cómo anda todo en el trabajo o en las otras áreas de la vida, así que estos espacios nos ayudan a acercarnos y reconectarnos como pareja y como matrimonio.
Dedicar tiempo a mí misma
Los domingos (y a veces también los sábados) me doy el gran lujo de recostarme luego de almorzar. Qué delicia! Además, estos días aprovecho para pintarme las uñas, leer, ver mis redes sociales preferidas (Pinterest e Instagram), cosas así que son simplemente para darme un gustito personal. Ah! Y también me saco las cejas!… pero talvez eso no necesitabas saberlo jaja!
Planificar la semana
Por último, tomo mis 3 planificadores (casa, trabajo y personal), me siento en la mesa del comedor con mi caja de stickers y papelitos, y planeo mi semana: compromisos que tenga, las cuentas que haya que pagar, señalo las tareas que no aplican a mi familia en el planificador de tareas del hogar, escribo el menú de la semana, planeo las tareas de mi empresa, reviso cómo van mis objetivos, etc. Este tiempo de planeamiento también lo considero como tiempo de “despeje personal”, ya que, a pesar de estar relacionado en parte con el trabajo, en realidad hacerlo me despeja bastante, es algo que disfruto mucho.
Cómo te preparas para iniciar la semana?