Hace algún tiempo ya que decidí recobrar mis fines de semana.
Atrás quedaron aquellos maratones de limpieza, que comenzaban apenas me levantaba, corriendo a poner ropa a lavar, y continuaban luego del desayuno, por unas 6, 8 o hasta 10 horas.
Y es que no había otra manera. Durante la semana no había hecho NADA, así que la casa estaba toda desordenada, había que comenzar por recoger ropa sucia del piso del cuarto, debajo de las camas, los sillones, el baño, hasta de encima de la mesa del comedor! Luego había que comenzar a lavar interminablemente unas 6 tandas de ropa, y había que hacerlo sí o sí porque sino, no tendríamos ropa limpia para la semana siguiente. Si el desorden era de tales dimensiones teniendo poca ropa, ni pensar si tuviéramos más ropa!
Entre lavada y lavada había que ir limpiando todas las habitaciones y aposentos de la casa. Pero repito, como no había hecho nada en la casa durante la semana, las superficies estaban cubiertas de polvo, había cosas desordenadas y sin guardar, zapatos tirados, papeles, basura, hasta platos sucios en el cuarto y en la sala. Uuuurghhh!!
Así que la limpieza de los pisos, que podría haber tomado unos 15 minutos por aposento, me tomaba una hora, mientras reacomodaba, sacudía, quitaba telarañas, guardaba ropa y zapatos en su lugar, cambiaba camas, etc.
Mientras tanto, a recoger la ropa seca, y tender la recién lavada a secar. Pero como había tanto qué hacer, mejor pongamos la ropa limpia en el sillón “mientras tanto”… Ajá, “mientras tanto” era que ahí se quedaba toda la semana, arrugándose y empolvándose y ensuciándose.
Y hablando de todo un poco, te podrás imaginar cómo estaría yo de humor! Talvez sin almorzar porque “estaba ocupada”, lo cual contribuía a mi pésimo humor. Hablaba de mal modo, o haciendo malas caras, todo me molestaba, por todo refunfuñaba.
Hasta que un día…
En realidad no fue un día, sino que fueron cambios graduales que fui implementando, y que al final dieron origen al planificador de tareas para el hogar, el cual se basa principalmente en tener un cambio de mentalidad, de manera que hagamos “cosas de fin de semana”, o sea tareas que normalmente haríamos sábado y/o domingo, durante la semana, para liberar el tiempo de esos dos días.
Quién dijo que la casa se puede limpiar hasta el sábado? Quién dice que hay que limpiarla TODA COMPLETA DE ARRIBA ABAJO DE UNA SOLA VEZ?
Incluso, no es que del todo no hagamos nada en la casa los fines de semana. Muy probablemente se nos quedarán tareas sin hacer durante la semana, que podremos realizar sábado o domingo, pero serán las menos. Haciendo un poquito hoy, un poquito mañana, y un poquito al día siguiente, no se acumula el trabajo, y conforme va pasando el tiempo, la limpieza se hace más fácil porque se hace continuamente.
Que no se puede??
Ufff, si supieras!
Si supieras el poder que tienen 15 minutos, si supieras todas las cosas que podemos hacer en ese lapso de tiempo!
No dejo de sorprenderme, cada vez que decido tomarme el tiempo al hacer alguna tarea. Es poquísimo!
La gran ventaja del planificador es que cada día está organizado en tareas de 5, 10 y 15 minutos.
Y no me digas que no tienes 5, 10 ó 15 minutos!
Podemos adelantar montones de tareas “de fin de semana” durante la semana, utilizando esos pequeños espacios de tiempo muerto que tenemos a lo largo del día: mientras se calienta el agua para el té, mientras se llena la bañera para el baño de los chicos, o en lugar de desperdiciar tiempo en Facebook por quinientava vez en el día!
5 minutos aquí, 10 allá, hacen una gran diferencia
Incluso, una tarea que consume más tiempo, como ir a hacer las compras al supermercado, se pueden realizar entre semana, cuando hasta los establecimientos están más vacíos, y es más rápido comprar. Y si te has tomado la molestia de hacer tu lista de compras anticipadamente, y planear tus menús, comprarás mucho más rápidamente que si te vas a andar por todos los pasillos, al paso de la tortuga, viendo a ver qué se te ocurre cocinar durante los siguientes 7 días. Eso es usar el tiempo muy ineficientemente! Y las mujeres modernas debemos ser súper eficientes con nuestro tiempo, porque es nuestro recurso más escaso.
Así que, seamos más conscientes de nuestro tiempo!
- Levántate un poco más temprano. Los días entre semana, levántate una hora, o media hora más temprano de lo que necesitas, para que uses ese tiempo en hacer las tareas que debes realizar en tu hogar.
- No te levantes hiper-tarde los fines de semana. Está bien levantarnos sin tener que sufrir un infarto con el despertador, pero tampoco el abuso! Cuando nos levantamos demasiado tarde, principalmente si durante la semana nos levantamos muy temprano, el cuerpo y la mente se alocan, se descontrolan, y se nos pierden los horarios, todo el día pasaremos aletargadas, aperezadas, y será mucho más difícil tener energía para hacer lo que tengamos que hacer.
- Haz las cosas rápido y lo antes posible. Si tienes cosas que hacer el fin de semana, no les des mucha vuelta. Trata de hacerlas lo más rápidamente posible, para que te las quites de la cabeza y tengas el resto del tiempo libre. A veces nos quedamos dándole vuelta y vuelta a las cosas, como dice mi hijo “oohh dolor, oooh sufrimiento!” en lugar de ir y hacerlas y ya! Termina tus quehaceres y disfruta de tu fin de semana!
- Planea las comidas de fin de semana. Hay varias opciones: ya que tienes un poco más de tiempo que entre semana, puedes planear una comida un poco más elaborada, y hasta hacer postre. Otra opción es planear una reunioncita en casa de amigos o familiares (y por supuesto devolverles la invitación otro día) para no tener que cocinar (o al menos no cocinar una comida completa). Por último, si tu presupuesto lo permite, podrías planear comer fuera o comprar comida para llevar un día del fin de semana.
Mejor usemos los fines de semana para…
Para cosas más divertidas!
He preparado una lista de 40 actividades baratas y divertidas para hacer en pareja o en familia. Por ejemplo:
- Visitar un parque
- Hacer algún deporte (patinar, andar en bicicleta, caminar, jugar fútbol, etc.)
- Volar una cometa
- Ir a la librería y escoger un libro nuevo
- Armar un rompecabezas (puzzle)
- Preparar un postre
- Rentar una película y verla juntos (con palomitas / rosetas de maíz!)
- Ir a un museo, zoológico o galería de arte
- Jugar un juego de mesa
- Conocer a los vecinos (preséntate, invítalos a un café)
- Hacer un listado de “mejoras y renovaciones” a la casa o al mobiliario
- Hacer una excursión fotográfica (en un parque o en algún sitio interesante de la ciudad o el vecindario). La idea es tomar fotos a todas las cosas que les llamen la atención. Luego, entre todos escojan las fotos más interesantes.
- Hacer un picnic. Puede ser sencillo, con sándwiches, frutas y refrescos, o muy elegante, con vino, pan francés y quesos finos.
- Reunirse con amigos. Que cada quien traiga un platillo para compartir.
- Hacer una “lista de cosas que hacer antes de morir!
- Hacer una cápsula del tiempo: tomen una foto, escriban una carta a su “futuro yo” y/o a los miembros de su familia “del futuro”, incluyan algún dibujo o recuerdo, algunas monedas, empaques de productos, o anuncios de aparatos eléctricos o automóviles, y guarden todo en una valija o sobre sellado, que tenga un rótulo “abrir en el año 2026”, por ejemplo.
- Tomar una clase de zumba, yoga, belly dance, hip hop, salsa, o cualquier otra clase que implique movimiento. Muchas academias ofrecen “la primera clase gratis”, así que aprovecha!
- Ir a una caminata en el bosque
- Hacer un fuerte en la sala, con mantas, almohadas, libros para leer o colorear, juegos, y mucha diversión.
- Hacer una comida miniatura: horneen un pastel miniatura, hagan sandwiches y córtenlos muy pequeños, corten redondeles de tortilla de harina con un vaso y hagan mini-quesadillas. Todo lo mini es MAXI divertido!
- Salir sin rumbo. Salgan de la casa y tomen cualquier ruta que nunca hayan recorrido. Tomen nota de lugares interesantes que visitar, o restaurantes bonitos que vayan encontrando, para visitar en una futura ocasión.
- Hacer intercambio de “entretenimiento”. Reúne algunas películas, CD’s, libros, revistas y juegos de video, y pídele a un amigo o familia amiga que haga lo mismo. Intercambien los paquetes por una semana o dos.
- Hacer algún proyecto manual rápido.
- Acampar en el patio trasero, o en algún parque donde sea permitido.
- Ver las estrellas, o las nubes. Una alternativa al camping.
- Recolectar, dibujar o hacer un listado de insectos en el jardín o en algún parque cercano.
- Hacer arte con hojas. Recolectar hojas de diferentes formas y tamaños. Untarles pintura y usarlas como sellos sobre una hoja de papel.
- Recolectar diferentes tipos de flores silvestres. Ponerlas en un jarrón en la casa, o prensarlas entre dos libros y papel secante.
- Hacer una pequeña huerta. Comprar algunos maceteros, tierra apropiada y sobrecitos de semillas. Los rábanos, el culantro (cilantro) y los chiles dulces (pimientos) son buenos para principiantes.
- Aprender a hacer origami (figuras con papel).
- Escribirse cartas reales y enviárselas por correo (ojalá sin que el receptor lo sepa).
- Jugar algún juego tradicional de su niñez.
- Hacer una obra de arte con tiza (gis) en la acera.
- Hacer una fogata y preparar marshmallows asados.
- Ir a la heladería, preferiblemente que no sea dentro de un mall para evitar las aglomeraciones. Bájense del carro, siéntense a disfrutar su helado favorito con calma, y pasen un buen rato juntos.
- Ir al mercado de agricultores. Traten de comprar productos nuevos o que no compren todo el tiempo.
- Probar un restaurante de comida exótica. O algún restaurante temático, no necesariamente “exótico”.
- Hacer un jardín de hadas (visita mi pizarra de Pinterest de jardines de hadas para que tomes ideas).
- Ir a jugar minigolf o bolos.
- Visitar el lugar donde se conocieron, o la primera casa en que vivieron.
Recuerda que lo importante es que el trabajo de la casa esté “HECHO”, no que esté “PERFECTO”.
Ahora sí, a disfrutar tus fines de semana!