En nuestra vida diaria, no todas las actividades ni todos los roles que desempeñamos tienen la misma importancia al mismo tiempo. Algunas actividades, y algunos roles, son más importantes que otros en diferentes etapas de nuestra vida, en diferentes días, incluso hasta en las diferentes horas de un mismo día.
De igual manera, no todas las tareas de limpieza tienen la misma prioridad. Hay algunas tareas que son mucho más importantes que otras, y qué bueno que es así, porque no es posible (ni es necesario) hacerlo todo al mismo tiempo.
Es bien sabido que nuestro tiempo para dedicar a la casa es muy limitado, así que el establecer bien esta prioridad en las tareas del hogar es muy importante, si queremos sacarle el mayor provecho a nuestro escaso tiempo.
Pero cómo saber cuáles tareas de la casa son más importantes que otras? Veamos…
Tareas vitales para la subsistencia de los miembros de la familia
Obviamente, estas tareas son las que ocupan el primer lugar de importancia. Son aquellas tareas que nos permitirán mantener viva y sana a la familia, que le permitirán a los adultos mantener su trabajo, y que le darán a los chicos las condiciones necesarias para encargarse de sus estudios.
Algunas de estas tareas pueden ser:
- Lavar los uniformes de trabajo y de los chicos, en caso de que sea obligatorio usarlos
- Limpiar y desinfectar los servicios sanitarios y el fregadero de la cocina
- Lavar los platos (en caso necesario y por un período corto, esta tarea se puede eliminar o reducir usando vajilla desechable)
- Hacer compras de comestibles y cocinar (esta se puede eliminar o reducir si es posible comprar comida preparada, o si los alimentos se consumen en otro lugar que no es la casa, como el comedor del trabajo o de la escuela, la casa de los abuelos, etc.)
- Poner gasolina al automóvil
- Lavar ropa interior, y el mínimo de ropa que sea completamente necesaria para usar durante la semana
- Comprar medicamentos
- Cambiar camas, aspirar y limpiar el polvo, en caso de personas con propensión a ataques de asma o alergias
- Agendar citas médicas, exámenes de laboratorio, etc.
Tareas de segundo orden
Estas son las tareas que, si bien es cierto “pueden esperar”, es mejor que no esperen demasiado, o de lo contrario podrían provocar un caos.
Casi todas estas tareas pueden esperar una, dos, o hasta tres semanas en caso absolutamente necesario. Ya más de ese tiempo, y corremos el riesgo de que la situación se salga de control, y sea mucho más difícil volver al estado “inicial”.
Algunas de estas tareas podrían ser:
- Lavado del resto de la ropa (no solamente la “absolutamente necesaria”)
- Lavado de paños (toallas) y ropa de cama (personas no propensas a alergias o asma)
- Limpieza de pisos, principalmente en áreas comunes (sala, comedor, cocina, pasillos, escalones, recibidor)
- Limpieza y organización del refrigerador (frigorífico)
- Lavado de la tina o ducha
- Limpieza de ventanas que se ensucian frecuentemente
- Aspirado de alfombras
- Limpieza del horno de la cocina (dependiendo qué tan frecuentemente se utilice)
- Eliminación de pelusa del filtro de la secadora de ropa
- Limpieza de electrodomésticos de uso frecuente (tostador de pan, coffeemaker, olla arrocera, hornito, etc.)
Tareas de tercer orden
Estas tareas son las que realizamos cuando tenemos tiempo de sobra, cuando sacamos vacaciones y entonces hacemos limpieza profunda, son las tareas que en algunos países se categorizan como “limpieza de primavera”.
Estas tareas pueden pasar varios meses sin hacerse, pero si se olvidan, la casa podría ir tomando un aspecto dejado y abandonado. Así que es mejor tenerlas presentes, y agendarlas periódicamente para realizarlas, ya sea todas juntas (en “primavera”), o distribuirlas a lo largo del año, haciendo una o dos por mes, de manera que la carga de trabajo no sea tan pesada. Esto es precisamente lo que hago en mi planificador de las tareas del hogar, y así no las sentimos.
Algunas de estas tareas son:
- Limpieza de la pintura de las paredes
- Limpieza de lámparas y abanicos de techo, faroles de exterior, etc.
- Eliminación de telarañas, polvo y otras suciedades en paredes y cielos rasos
- Lavado de muebles y alfombras con vapor
- Pulido de puertas interiores y exteriores
- Retoques de pintura
- Lavado de cortinas
- Organización de áreas poco accesibles, como áticos, sótanos, bodegas, áreas de almacenaje, etc.
- Revisión de sistemas de alarmas de seguridad, contra incendios, etc.
- Cambio de baterías de controles remotos, relojes de pared, etc.
- Limpieza de extractores de aire, ducto de la secadora de ropa, extractor de grasa de la cocina, etc.
- Limpieza detallada de marcos de fotografías, cuadros decorativos, adornos, platería de poco uso, vajilla formal, cabeceras de las camas, etc.
- Limpieza de áreas bajo muebles o electrodomésticos muy pesados o poco accesibles
- Lavado de ventanas y paredes exteriores, cercas de jardín, etc.
- Mantenimiento de aires acondicionados, limpieza de canoas, trampas de grasa, tanques sépticos, y otras tareas que generalmente se subcontratan a una persona especializada en ellas
Como ves, la frecuencia en que se deben realizar las tareas del hogar está determinada por qué tan “vital” sea esta para el buen funcionamiento de la casa y de sus habitantes. Si alguna tarea no es vital, podría esperar ya sea un lapso corto, de unas cuantas semanas, o hasta varios meses, dependiendo de su urgencia.
Espero que esta corta guía te ayude a priorizar mejor las tareas de tu hogar, y principalmente para que te des cuenta de que, aunque toda la casa esté sucia, no todas las tareas merecen el mismo nivel de atención, ni es humanamente posible hacerlas todas.
Dosifica tu energía y sácale mejor provecho a tu tiempo de limpieza, para que así también tengas tiempo para todas las otras cosas que deseas hacer.