El lavado de la ropa es una de esas tareas interminables, que no se han terminado y ya casi que hay que volver a comenzar, y que si no se realizan crean un caos total en la casa.

Al ser esta una tarea tan determinante en nuestro hogar, hoy te traigo uno de esos mandamientos que debemos cumplir si queremos que en nuestra casa haya orden y aseo:

“El ciclo de lavado comienza en la canasta de la ropa y termina en el closet / ropero.”

Qué quiere decir esto? Pues que el lavado no sólo consiste en echar la ropa en la lavadora, sino que hay que lavarla, secarla, doblarla y guardarla. Si no se completan estos cuatro pasos, el ciclo de lavado no estará completo, y siempre habrá desorden en tu hogar, con ropa sucia por el piso en lugar de esperar el lavado en sus canastas, o ropa seca y sin doblar que al paso de los días se va enrollando en sí misma y luego se cae por todos lados, o ropa doblada pero no en su lugar.

Tengo una particular debilidad a la hora de doblar la ropa. Me gusta doblar ropa, pero no sé por qué, casi siempre tengo una montaña de ropa por doblar, porque me da pereza empezar. Ya cuando comienzo lo hago rápido y termino en menos tiempo del que pensaba, pero qué difícil comenzar!

En casa se lava en promedio unas 4 tandas de ropa por semana, y he notado que me es menos tedioso ir doblando y guardando cada tanda conforme se va secando, que esperar a que tooooda la ropa esté seca para comenzar a doblar, aunque tenga que hacer varios viajes a los clósets. Pero aún así, el doblar ropa es como la sopa de mi Mafalda interna. Ni modo, hay que hacerlo =(

Así que no te olvides: Lavar, secar, doblar, guardar. Repita.

Cuál es la parte del lavado con la que tienes más problemas?

Actualización: Olvidé mencionar un paso crucial respecto al lavado de nuestra ropa, que es el del planchado. Gracias a mi amiga de Facebook, Montserrat Martínez por recordármelo, y adelante con la planchada!